Los pensamientos negativos dañan nuestra salud, nuestra mente y nuestras relaciones. Observar nuestro comportamiento es esencial porque nuestras acciones, están bajo nuestro control. Por eso, podemos cambiar nuestra vida modificando nuestro comportamiento. 

Si eliminamos los hábitos negativos, los rasgos de personalidad o los comportamientos que nos llevan a patrones repetitivos negativos, conseguiremos mejorar nuestra  salud y relaciones enfocándolas de manera positiva. Al ampliar la perspectiva y buscar lo positivo, dejamos de ser dirigidos por la negatividad  que nos aleja de la vida que queremos.

Aunque siempre es un reto cambiar nuestra forma de ser  y nuestro comportamiento, si nos esforzamos,  podemos conseguirlo. Sin embargo, es mucho más difícil cambiar el comportamiento de los demás.  No puedes hacer que nadie cambie si no está abierto a ello.  

Entonces, ¿qué sucede cuando estás rodeado de personas negativas?

¿qué puedes hacer? Es probable que no puedas escapar de las personas negativas. No puedes librarte completamente de ellas. Las personas negativas están en todas partes. Pueden estar en tu familia, en el trabajo, en tu grupo de amigos, en tu comunidad, en tus redes sociales… Las personas negativas tienen el potencial de estar en cualquier lugar. 

Como realmente lo único que puedes hacer es controlarte a ti mismo, la forma de poder controlar a las personas negativas es eligiendo tu reacción. La clave es mantener la calma, para que su negatividad no te afecte o no contagie tu positividad. Al controlar tu reacción, dificultas que  las personas negativas tengan impacto real en tu positividad. 

Aquí te contamos tres consejos de utilidad para que puedas poner en marcha algunas estrategias que te permitan lidiar con el pesimismo y la negatividad, aprendiendo a  tratar con personas negativas sin que tú mismo te vuelvas negativo. 

Consejo 1: Detente. Mira y escucha. 

Consejo 2: Sé el cambio

Consejo 3: Toma la iniciativa 

Gestiona  a las personas negativas de tu vida

Consejo nº 1 para gestionar a las personas negativas: Detente. Mira a tu alrededor. y escucha. 

Cuando te encuentres con un ambiente negativo, es importante analizar y evaluar lo que está ocurriendo. Detente un momento, mira a tu alrededor y trata de escuchar y comprender tanto lo que se dice, como lo que no se dice. 

Observa la situación y evalúa lo que está ocurriendo. ¿Alguien está cotilleando? ¿Alguien está criticando al resto? ¿Alguien está pronosticando lo peor sin una buena razón? ¿Hay personas con un pensamiento negativo? Escucha lo que dicen y pregúntate si su negatividad está justificada o supone una diferencia respecto a lo que está ocurriendo que  te perjudica de alguna manera. Si su actitud es simplemente negativa y tóxica, empieza a elaborar un plan de salida tanto emocional como físico. No tienes por qué participar en una situación negativa, puedes poner excusas e irte. 

Consejo nº2 para gestionar a las personas negativas: Modela el comportamiento que quieres ver. 

Está comprobado que las cinco personas con las que pasamos más tiempo influyen en nuestro comportamiento. Las personas que son positivas y conscientes de sí mismas saben que pueden tener un impacto saludable con su actitud, presencia y positividad.

Por eso es importante  modelar el comportamiento que quieres ver. Podemos aprender y cambiar nosotros mismos observando la forma de actuar de otras personas. Tu conciencia personal te da la capacidad de decidir qué efecto quieres tener en los demás. 

Si alguien está siendo negativo, no dejes que te influya para alejarte de la positividad.  Contrarresta la negatividad con un comportamiento positivo y de calidad, desde tus propios valores y perspectivas. Sé siempre amable, educado y positivo. De esa manera podrás influenciar a otras personas para que cambien y sean más positivas. 

Consejo nº3 para gestionar a las personas negativas: Toma la iniciativa cuando tenga sentido. 

Si se da la circunstancia de que estás en una posición de autoridad o influencia, puedes sugerir un enfoque más positivo a otras personas que sean negativas para que empiecen a actuar de otra manera.

Si tienes la oportunidad de animar a alguien a ser más positivo, ¡hazlo! Puedes animar a un cambio positivo adoptando por ejemplo un enfoque de tutoría en lugar de utilizar la culpa o la vergüenza. Los estudios han aportado pruebas que demuestran que cada uno de nosotros desea que alguien elogie nuestras virtudes en lugar de oprimir nuestras debilidades.

Intenta utilizar un ejemplo personal de un momento en que fuiste negativo y aprendiste una forma mejor. Relatar tu historia de error, pero contada con implicaciones positivas, puede ser una forma importante de ilustrar un mejor enfoque de la vida. Las personas suelen responder bien a las historias, y compartir una forma de enfocar y afrontar esos momentos, y no apartarse de ellos, puede ser una medida psicológica útil.

En tu vida, siempre te enfrentarás a algunas personas negativas, pero no dejes que te hagan sentir culpable por no saber por lo que están pasando o por ser feliz con tu vida. Tampoco tienes que cometer el error de pensar que las personas negativas son malas o que están equivocadas. Simplemente puedes verlos como personas que luchan contra algo y buscan el apoyo de otra persona. 

Recuerda, no puedes controlar lo negativa que es la gente, pero sí que puedes controlar tu reacción ante ellos y el impacto que tienen en tu vida.