Quieres lograr tus metas pero no sabes por dónde empezar? Hacer que tus sueños sean realidad no es tarea fácil, sin embargo, existen algunas técnicas que te ayudarán a acercarte a tus objetivos. En este artículo te contamos tres pasos que puedes seguir para llegar a dónde tú quieres ir.
¿Sabías que tu cerebro no es capaz de distinguir la diferencia entre lo que imaginas y lo que realmente sucede? Pues es cierto y la neurociencia así lo ha demostrado. Desde hace décadas, los atletas y otros tipos de artistas han utilizado el poder de su imaginación para tratar de superar los retos y alcanzar sus objetivos. Así que si ellos lo hacen, ¿por qué no habrías de hacerlo tú?
Para ello, puedes empezar probando a hacer un ejercicio.
Cierra los ojos, pero no te duermas!
Debes de mantener tus ojos cerrados pero ser totalmente consciente de todo lo que ocurre a tu alrededor, y estando presente en tu propia mente. Hay algunos que a este estado lo llaman soñar, pero la diferencia con un sueño normal es que este tipo de sueño es activo. Vas a imaginar cómo quieres que sea tu vida. Cuando cierres los ojos y empieces a pensar en lo que deseas en tu vida, ¿cuáles son las primeras cosas que te vienen a la mente? Aférrate a ellas porque a partir de las mismas hay que seguir tres pasos para dar forma a tus deseos.
El primero, permítete soñar en grande y disfruta.
Tienes los ojos cerrados, tu mente divaga y, de repente, se detiene. No te detengas!
Muchas veces frenamos nuestros sueños y evitamos soñar en en grande porque no queremos fracasar o salir perjudicados. Pero cuando limitas tus sueños, haces que sea imposible apuntar a las estrellas y llegar más alto.
La próxima vez que te encuentres absorbido por una vorágine de sueños, permítete disfrutar de ellos. Luego, concreta esos sueños pensando en lo específico. Por ejemplo, digamos que tu gran sueño es correr una carrera. Profundiza en ese sueño. Piensa en el tipo de competición, en su duración y en cómo será cruzar la línea de meta.
Visualiza las cosas que deseas y explora tus objetivos
Ya has pensado en la línea de meta, ahora, comienza a visualizarla y explorarla en detalle.
Una cosa es pensar en un sueño como una posibilidad remota o en algo que sería divertido conseguir. Otra cosa es visualizar lo que se sentiría al alcanzar ese gran sueño. Sentir realmente la emoción y el orgullo en tu cuerpo. Cuando pienses en los objetivos a gran escala que tienes, piensa en ellos con más precisión.

Hazte estas preguntas:
¿Qué llevo puesto?
¿Qué edad tengo?
¿Qué se siente al decir «lo he conseguido»?
¿Cómo lo celebro?
¿Quién lo celebra conmigo?
Éstas son sólo algunas preguntas, pero puedes explorar muchos más detalles. Visualizar te lleva de una mera posibilidad a una realidad. Al visualizar comienzas a definir con más claridad tus objetivos. Y esto es importante, ya que sin objetivos puede ser difícil medir el progreso y mantenerse motivado.
Define objetivos tanto a corto como a largo plazo, y asegúrate de que sean específicos, alcanzables y realistas. Anótalos para aumentar las posibilidades de lograrlos.
Comienza a hacer realidad tus sueños
El paso más natural y el más difícil al mismo tiempo. El último escalón es comenzar a trabajar para hacer realidad tus sueños. Levántate temprano. Escribe tus objetivos. Coloca post-its en tu espejo que te recuerden que debes seguir adelante. Dar ese paso es fundamental, y es un reto hacerlo.
Sin embargo, si tus sueños merecen la pena, lo conseguirás. Para ello esto es lo que tienes que hacer:
Crea un plan
Una vez que hayas definido tus objetivos, es hora de desarrollar un plan. Esto lo ayudará a mantenerse encaminado y garantizará que esté progresando hacia sus sueños. Su plan debe incluir pasos pequeños y grandes, así como plazos para cada objetivo.
Toma acción
El paso final es tomar acción hacia sus metas. Esto significa poner en práctica su plan y dar pequeños pasos cada día para acercarse a la vida de sus sueños.
No desistas
Cuando se trata de establecer metas y cumplirlas, puede ser difícil mantenerse motivado y a menudo necesitamos un poco de motivación adicional. Una forma de darte un impulso de motivación es usando afirmaciones.
Las afirmaciones son declaraciones positivas que ayudan a reafirmar tu compromiso con tus objetivos y te ayudan a cambiar tu forma de pensar, dándote la confianza que necesitas para alinearte con tus metas. Repetirte estas declaraciones a tí mismo, puede ayudarte a mantenerte motivado y enfocado en lo que quieres lograr.
Estos son algunos ejemplos de afirmaciones que puedes usar para mantenerte alineado con tus objetivos: «Soy capaz de lograr mis objetivos», «Estoy comprometido con mis objetivos», «Estoy tomando medidas para alcanzar mis objetivos».
Repetirte estas afirmaciones a ti mismo a diario te ayudará a mantenerte enfocado y motivado para que puedas alcanzar tus objetivos.
Por ejemplo, si tu meta es perder peso, podría decir algo como “Valgo la pena el esfuerzo que se necesita para estar saludable” o “Puedo hacer esto”.
Al elegir afirmaciones, es importante que sean específicas para su objetivo y asegurarse de que sean declaraciones en las que realmente cree. Cuanto más las repitas, más probable es que empieces a creerlas. Así que no tengas miedo de decirlas en voz alta, escribirlas o incluso publicarlas donde las veas todos los días.
Cuando se trata del éxito, una de las cosas más importantes que puede hacer es ceñirse a sus objetivos. Esto puede parecer una obviedad, pero muchas personas se dan por vencidas en sus objetivos antes de que realmente empiecen.
Comienza a hacer tus sueños realidad ya. Nunca es demasiado tarde para empezar a trabajar hacia tus objetivos. Hacer realidad tus sueños es posible con trabajo duro y dedicación. No importa la edad que tengas, nunca es demasiado tarde para alcanzar el éxito. ¡Así que empieza hoy y no renuncies a tus sueños!